Cuando la corrupción acabó haciéndose amiga del deporte

Vivimos en una era donde cada vez son más frecuentes los escándalos deportivos. A principios de verano todos éramos testigos de dos grandes, quizá los más grandes de los últimos años, escándalos: la corrupción masiva en Italia y el 'caso Puerto'. Lo del ciclismo parecía evidente, ya que en cada gran vuelta iban cayendo algunos corredores importantes. Lo de Italia no tanto, aunque se fuera filtrando poco a poco.

No dedicaré más tiempo a esos dos hechos porque creo que todos sabemos más o menos lo que sucedió, y el que quiera profundizar más sobre el asunto puede entrar en los links que he buscado para cada caso. No dedico más tiempo no por falta de ganas, sinó porque el tema de hoy es otro: la corrupción en la Premier League.

Creo que si ha dedo dijéramos en que liga podría haber corrupción antes de leer esta noticia, pocos señalaríamos a la Premier. Porque la Premier parece otro deporte, parece más limpio, más immaculado, como si no estubiese dentro del mapa de la corrupción. Pues parece que nos equivocamos.

Ya se nos quedó la boca abierta cuando vimos al ex-seleccionador de Inglaterra, Eriksson, hablar de algunos jugadores a un, supuesto, jeque árabe. El jeque era un periodista del diario inglés News of the World, y las palabras de Eriksson causaron mucho revuelo entonces. Hablar mal de algunos jugadores o comentar tan abiertamente su situación personal es una cosa que sorprendió a muchos.

Ahora un programa de la BBC, Panorama, ha publicado un reportaje a cámara oculta donde muestra los trapos sucios del fútbol inglés. Lo más destacable es que han revelado una red de pagos ilegales en fichajes y sobornos que llegan a implicar a altos cargos de la liga inglesa. En fin, que hay gente muy metida y que realiza traspasos sólo por sobornos.

La solución de esto la tiene la Federación Inglesa. Si decide recoger el guante que ha lanzado la BBC, entrará a fondo en el asunto y se cargarán a quien se tengan que cargar, como hicieron en Italia con la Juve y algunos directivos. Si deciden que el programa no aporta las suficientes pruebas y lo dejan pasar, quizá podamos pensar que hay cosas que no se quiere que se sepan y quedará para siempre manchado el fútbol inglés.

Como dice Iván Castelló en su columna, queremos saber.